CONCHA GARCÍA - "Árboles que ya florecerán" 2001



 


garcia


Desde la sala de estar


porque en algún lugar tiene que situarse una


o en alguna parte, a veces


en la sala, otras en un recuento


de días y noches como bolas mágicas


sin contenido especial


bolas redondas y chatas en los extremos.


* * *


Pequeña placidez del instante


ya pasado Y tú qué clase


de amor buscas siempre.


* * *


Repetido en las cajas de las


repeticiones, mis vacíos


martini, otra vez el sol.


* * *


La edad son goznes


mirar hacia abajo


ver un fondo donde ardes,


sentimientos de pena


para alcanzar algo mejorable


sin que se sepa definir


esto de aquello, y lo otro,


no cabe así. El día bruto


la luz era maléfica


una religión era necesaria.


Voy a mi extremo


que no tuviera miedo de la noche


ni de repetir la escena.


Desvié mis ojos hacia la cama


no estaba yo tampoco. Treinta años


condensados en el gesto


indefinible, cercano, inalcanzable,


enroscando la cafetera


junto a ningún ser aquí cerca.


Sólo tus muslos húmedos


alcanzan un arco de 48 horas


sin determinar bien


qué emoción antecede a otra


o cuál es el lugar


donde poner las manos ahora.


Tus muslos ardían


dentro del arco


en el que me muevo a tientas,


regalo del tiempo, el acto,


alguien me lo dio todo


en una pensión. La botella


la lámpara, la colcha verde,


recuerdo eso y la luz recogida


tras las cortinas, recuerdo eso,


la televisión, un sutil movimiento


para entrar en cavernas de ansia,


y el trabajo de los días,


de los años, de lo prieto.


Que el amor perdure -decíaslargo


instante inscrito aquí


y ahora mismo


en la divisibilidad.


Parece ser que se origina


lo perdurable en el instante


dispersando el escalofrío.


Yo, para ti, tú, para mí.


Resplandor y música


alguien golpeó la pared.


 











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