Rainer Maria Rilke – de Cartas a un joven poeta, carta I
Mi estimado señor: Hallé su carta hace apenas unos días. Quiero darle las gracias por su gran afecto y confianza. Siento no poder hacer más; no puedo juzgar la forma de sus versos, porque la intención crítica está demasiado alejada de mí. No hay cosa más deficiente que tocar una obra de arte con palabras críticas: siempre van a surgir interpretaciones equívocas más o menos felices. Las cosas nunca son tan evidentes y claras como generalmente se pretende hacernos creer. La mayoría de los hechos no tienen explicación lógica; se cumplen en espacios en los que jamás entró una palabra; y lo más inexplicable de todo es una obra de arte, existencia misteriosa, cuya vida es eterna y opuesta a la nuestra, que se desvanece. Después de esta advertencia, puedo añadir que sus poemas no tienen una forma propia, pero si tienen un callado y escondido principio de personalidad. Con mucha claridad lo percibo en la última poesía: "Mi alma". En ella, algo particular en usted quiere llegar a fund...