Walt Whitman - fragmento del poema CANTO A MI MISMO
Me ha tocado en suerte, lo sé, lo mejor del tiempo y del espacio; nunca he sido medido y no seré medido jamás. El viaje que emprendo es eterno (¡que todos me oigan!). Mis signos son un capote contra la lluvia, fuertes zapatos y un bastón cortado en el bosque, en mi silla no sestean los amigos, No tengo cátedra ni iglesia ni filosofía, No llevo a ningún hombre a una mesa puesta, a la biblioteca, a la bolsa, pero a cada uno de vosotros, hombre o mujer, lo llevo a una cumbre. Mi brazo izquierdo ciñe tu cintura, Mi derecha señala los continentes y el gran camino. Ni yo ni ningún otro puede andar por ti ese camino, eres tú quien debe andarlo. No queda lejos, está a tu alcance, Quizá estabas en él desde que naciste y no lo has sabido, Quizá esté en todas partes, en mar y en tierra. Échate tus prendas al hombro, hijo mío, y yo traeré las mías y apresurémonos; Ciudades prodigiosas y naciones libres nos saldrán al paso. Si te cansas, dame las dos cargas y apoya tu mano en mi cadera, Y a su...